viernes, 12 de octubre de 2012

Salto inmortal

Cuando saltó, intuyó angustiado que quizá no hubiese suelo: ni un maldito suelo para estrellarse, ni un océano ni nada parecido contra lo que reventar. Que no habría fondo, que seguiría cayendo para siempre, que acaso la muerte -¡y esto era lo más terrible!- nunca podría salvarle.

3 comentarios:

Cristina dijo...

"Saltó al vacío desde su castillo en el aire."

Fernando Arrabal

Nicolás Fabelo dijo...

Jajaja... ¿Y saltar hacia arriba sin paracaídas?

Rafael Hidalgo dijo...

Nicolás, qué bueno. Precisamente Pedro Salinas, en pleno entusiasmo sentimental hacia Katherine Whitmore, mirando a las estrellas le dijo algo parecido a lo que comentas: "¿Por qué no nos suicidamos juntos y saltamos hacia arriba?"

Archivo del blog